Poner límites en Pareja

Hoy quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre un aspecto crucial en la construcción de ese «tercero» que es la pareja: los límites y su evolución a lo largo de la relación.

Las relaciones de pareja son un viaje de construcción continua. Pensemos en cómo comienza todo:

En el enamoramiento, nos sumergimos en un estado fusional. Es una etapa donde decir «no» se vuelve casi imposible. ¿Les suena familiar? Es como si al negarnos a algo de nuestra pareja, nos estuviéramos negando a nosotros mismos. 

Pero el tiempo pasa, y con él llega la inevitable vuelta a la individualidad. Es aquí donde la necesidad de establecer límites se vuelve imperiosa. Y sí, este es el punto donde pueden surgir conflictos importantes.

¿Por qué sucede esto?

Las relaciones requieren un intercambio constante, pero nuestra disposición no siempre es la misma. Mientras encaramos el día a día, nos encontramos en una dualidad:

  • Por un lado, está esa persona a quien amamos y con quien queremos estar.
  • Por otro, está nuestra propia individualidad, nuestra necesidad de soledad, nuestras responsabilidades personales.

Ese otro, nuestra pareja, que nos demanda cosas pero que a su vez también nos da, puede a veces generarnos molestias. Y esto, aunque parezca contradictorio, es completamente normal.

Aquí es donde entran en juego las expectativas, las costumbres, el «deber ser» y las formas de vivir de nuestra pareja. Estas pueden generar demandas que nos creen una sensación de urgencia. ¿Les ha pasado que sienten que si no complacen están traicionando el vínculo o a la persona?

Pero cuidado, porque aquí hay una trampa: cuando no imponemos límites claros por miedo a dañar a nuestra pareja, terminamos dañando el vínculo. ¿Cómo? De varias maneras:

  1. El otro no llega a conocernos realmente.
  2. No se da la oportunidad de que, en el proceso de construcción de la relación, la pareja se adapte o se alinee con nosotros.
  3. Se genera tensión porque uno de los dos (o ambos) está descontento.

La verdad es que poner límites a tiempo permite la construcción de una relación de pareja sana. Es como si estuviéramos trazando el mapa de nuestro territorio compartido, pero respetando los espacios individuales.

En nuestro próximo grupo terapéutico, profundizaremos en cómo identificar cuándo es necesario establecer límites, cómo comunicarlos de manera efectiva y cómo respetarlos mutuamente. 

Les invito a reflexionar:

  • ¿Cómo han manejado la transición del enamoramiento inicial a la etapa de establecer límites?
  • ¿Han sentido alguna vez que complacer a su pareja va en detrimento de ustedes mismos?
  • ¿Cómo equilibran las demandas de la pareja con sus necesidades personales?

Recuerden, están construyendo ese «tercero» único que es su relación. Háganlo con consciencia, con amor y, sobre todo, con respeto mutuo por sus individualidades. Porque poner límites no es alejar al otro, sino invitarlo a conocernos verdaderamente.

Hasta la próxima,

Sineth Melinkoff